Los botánicos creen que los duraznos proceden de Persia, China y Asia donde fueron conocidos no sólo como una fruta habitual sino por las muchas leyendas y tradiciones populares asociadas a ellos.
El durazno tiene un importante papel en la tradición china y es el símbolo de la larga vida. Debido a su delicioso sabor y su delicada textura, la palabra "durazno" fue empleada en la antigua China para referirse a una "joven prometida" y ha permanecido en muchas culturas como una forma de definir a las jóvenes de buen parecer.